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Erwin Tumiri, sobreviviente del accidente de LaMia. Foto: ANF |
Cochabamba, 5 de diciembre (ANF).- Acompañado por sus amigos, del grupo de música cristiana Ajayu, Erwin Tumiri, uno de los sobrevivientes al vuelo 933 de la compañía LaMia, que se accidentó junto al equipo chapecoense, el pasado 28 de noviembre cerca de Medellín, se encuentra fuera de peligro y se muestra optimista y con muchas ganas de volver a volar.
“Fue un suceso muy penoso, tantas vidas que ya no están. Que esté vivo es un milagro que daré como testimonio del poder de Dios. Estoy muy ansioso de volver a volar y compartir esta experiencia con mis hermanos de fe”, dijo Erwin a ANF.
Entre sus planes futuros también está participar de algún evento con el cantante evangélico Alex Campos, quien lo invitó a compartir su testimonio en alguna de sus presentaciones. “Me sorprendió mucho su llamada y el proponerme que dé mi testimonio, sin pensarlo dos veces acepté. Queda ver si viajaré o grabaré un video”, dijo.
Sobre el fatal accidente ocurrido con la aerolínea, Tumiri reiteró su responsabilidad en el hecho como tripulante, considera que faltó liderazgo. “Ese líder debe coordinar con todos los miembros del equipo. Esa debió ser responsabilidad del piloto. Yo era encargado de anotar detalles, como a qué hora se despegaba, aterrizaba, si había flujo hidráulico, agua, si había gasolina, eso detalles”.
Aseguró que llenó al tope con gasolina el tanque del avión y que le mismo debía realizar una parada en Cobija para reabastecerse, pero en el momento de la partida el piloto indicó que iríamos directo a Medellín. “Si el problema hubiera sido combustible, se debía al hecho de que debíamos cargar en Cobija, Yo hice facturar la gasolina hasta Cobija, pero al momento de partir me dijeron que iríamos directo hasta Medellín”, recordó.
No obstante, Tumiri no cree que el accidente fuera producto de la falta de gasolina o un problema eléctrico, sino más bien de una falla, “un generador que va en la parte trasera del avión, que se llama el Apeu, en el cual ya no entraba gasolina y no generaba más electricidad”.
Por otra parte, dijo que el piloto solo mencionó que la tripulación se prepare para aterrizar y que no fue hasta que la azafata le dijo que algo andaba mal que fue cuando se preocupó.
“El piloto solo mencionó que nos preparemos para aterrizar, no estábamos alarmados, pues el descenso que hacía era el tipo movimiento para aterrizar. No hubo pánico ni nada. El único detalle fue que la azafata me dijo que me abroche bien, pues algo pasaba”.
Erwin Tumiri es oriundo de Cochabamba y es el menor de cuatro hermanos. Participa desde los 12 años en una iglesia cristiana, en el ministerio de música. Terminó sus estudios en el colegio Luz y Verdad.
En 2015 sacó su licencia de técnico en mecánica de aeronaves y en 2016 su licencia de piloto privado en Cochabamba.
El accidente aéreo causó la muerte de 71 de los 77 pasajeros. El equipo brasileño de fútbol chapecoense, que debía disputar la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional de Colombia, perdió su plantel, incluso personal administrativo y directivo.
Solo sobrevivieron seis personas: los futbolistas brasileños Alan Ruschel, Jackson Follman y Helio Neto, el periodista Rafael Valmorbida Henzel y los dos bolivianos: Ximena Suárez y Erwin Tumiri.
/GM/FC/
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