La Paz, 2 de diciembre (ANF).- El Hospital Obrero realizó un análisis de laboratorio al agua que le provee la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) y detectó niveles elevados de cloro, lo que podría ser nocivo para la salud. EPSAS niega ese extremo.
“Hemos encontrado en promedio 0,50 miligramos de cloro libre, está permitido”, comunicó Luis Quispe, técnico del laboratorio central de EPSAS, sobre el agua que recibe el Hospital.
Los vecinos de diferentes zonas afectadas por el racionamiento de agua, mediante redes sociales han manifestado que perciben un fuerte olor y otro color en el agua y que es posible que se estén aumentando los niveles de cloro para evitar epidemias gástricas, pero ese hecho podría provocar otras afectaciones a la salud.
El jefe de la Unidad de Epidemiología del Ministerio, Rodolfo Rocabado, alertó a la población afectada por los cortes de agua, que no se deben utilizar pastilla potabilizadoras ni lavandina para el agua que proviene de cañería o de cisternas de EPSAS, ya que “significaría una doble potabilización”, que podría ser “peligrosa para la salud”.
El cloro es usado para desinfectar el agua potable porque controla el crecimiento de bacterias nocivas como la Escherichia Coli que causa diarreas. Sin embargo cuando los límites superan lo permitido, la salud puede verse comprometida.
Estudios médicos revelan aspectos relacionados a la toxicidad de los compuestos clorados presentes en el agua y que muchas veces pueden producir cambios en la información genética de las células, incluso cáncer o modificar el nivel de ácido en la sangre.
Esos efectos sobre la salud no son inmediatos, pero si pueden ser permanentes y hasta graves, si no se respetan los límites máximos para el consumo humano.
Un estudio realizado por el Consejo para la Calidad del Medio Ambiente en Estados Unidos mostró que el riesgo de cáncer entre quienes beben aguas clorada es de un 93 % más alto que entre aquellos cuya agua no tiene cloro.
Hace 25 días que en La Paz se tienen problemas por el tema de la escasez de agua.
/MAMP/FC/
“Hemos encontrado en promedio 0,50 miligramos de cloro libre, está permitido”, comunicó Luis Quispe, técnico del laboratorio central de EPSAS, sobre el agua que recibe el Hospital.
Los vecinos de diferentes zonas afectadas por el racionamiento de agua, mediante redes sociales han manifestado que perciben un fuerte olor y otro color en el agua y que es posible que se estén aumentando los niveles de cloro para evitar epidemias gástricas, pero ese hecho podría provocar otras afectaciones a la salud.
El jefe de la Unidad de Epidemiología del Ministerio, Rodolfo Rocabado, alertó a la población afectada por los cortes de agua, que no se deben utilizar pastilla potabilizadoras ni lavandina para el agua que proviene de cañería o de cisternas de EPSAS, ya que “significaría una doble potabilización”, que podría ser “peligrosa para la salud”.
El cloro es usado para desinfectar el agua potable porque controla el crecimiento de bacterias nocivas como la Escherichia Coli que causa diarreas. Sin embargo cuando los límites superan lo permitido, la salud puede verse comprometida.
Estudios médicos revelan aspectos relacionados a la toxicidad de los compuestos clorados presentes en el agua y que muchas veces pueden producir cambios en la información genética de las células, incluso cáncer o modificar el nivel de ácido en la sangre.
Esos efectos sobre la salud no son inmediatos, pero si pueden ser permanentes y hasta graves, si no se respetan los límites máximos para el consumo humano.
Un estudio realizado por el Consejo para la Calidad del Medio Ambiente en Estados Unidos mostró que el riesgo de cáncer entre quienes beben aguas clorada es de un 93 % más alto que entre aquellos cuya agua no tiene cloro.
Hace 25 días que en La Paz se tienen problemas por el tema de la escasez de agua.
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