Arte: Andree Ávalos |
La Paz, 22 de marzo (ANF).- Este año el lema del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo, es “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar el agua?” para llamar la atención sobre la necesidad de buscar la reducción de las aguas residuales y, a la vez fomentar su reutilización.
La preocupación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) está motivada por la creciente escasez de agua que se manifiesta en el hecho de que, en la actualidad, más de 663 millones de personas no tienen acceso al agua potable cerca de sus viviendas y deben recorrer largas distancias para lograr abastecerse.
Según la ONU, 1.800 millones de personas utilizan una fuente de agua potable que está contaminada con materia fecal, y el Consejo Mundial del Agua –World Water Council, WWC, por sus siglas en inglés–, estima que la falta de acceso al agua potable afecta al 12% de la población mundial y provoca 3,5 millones de muertes cada año en el mundo.
El informe de WWC afirma de manera contundente que “sin agua no hay vida, ni alimentos, ni desarrollo y ni los países ni las sociedades pueden desarrollarse económica, cultural, social o políticamente”.
Una de las principales causas de esta tragedia es que más del 80% de las aguas residuales se vierte en los ríos o en el mar sin que se eliminen los contaminantes. Por ello, este año el Día Mundial del Agua tiene el objetivo de destacar la importancia del agua dulce y fomentar la gestión sostenible de los recursos de agua dulce.
En Bolivia, también la preocupación está centrada en la escasez del agua y en la necesidad de evitar su contaminación y promover la reutilización de aguas residuales.
Entre otros, varios proyectos que apuntan a esos objetivos son impulsados por el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento de la Cooperación Española, que desde el año 2009 ha impulsados proyectos para el acceso a servicios básicos de agua potable y saneamiento por más de 200 millones de dólares.
El Fondo apoya al gobierno central a través del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), así como a los gobiernos locales para aumentar la cobertura de los servicios de agua y saneamiento. Para que los proyectos sean sostenibles, el Fondo incluye tecnologías apropiadas y fuertes componentes de capacitación institucional a todos los niveles, así como educación, higiene y medio ambiente para las comunidades receptoras.
La reciente crisis en la provisión de agua que se experimentó en parte de la ciudad de La Paz ha significado una llamada alerta y ha colocado la falta de agua entre los temas más urgentes.
La preocupación por el control de los servicios de agua en manos de empresas privadas que años atrás provocó la denominada “guerra del agua”, ahora se ha transformado en el temor de que el agua no alcance y aunque las represas se han vuelto a llenar con las lluvias persiste la sensación de que el racionamiento puede ser permanente.
/ZAB/
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