lunes, 20 de marzo de 2017

Alfonso Gumucio Dagron : “Soy una persona naturalmente curiosa”




Alfonso Gumucio Dagron   Foto: servindi.org


ANF realizó una entrevista a uno de los ganadores de la VI edición del Premio Semilla del Cine 2017, galardón que es otorgado cada año por la Fundación Cinemateca Boliviana y que en esta gestión fue entregado a un estudioso de la cinematografía boliviana. 

La Paz, 20 de marzo (ANF).- El Premio Semilla del Cine es quizá uno de los reconocimientos más importantes a las personas que, desde su ámbito, han colaborado al estudio y la difusión del cine en Bolivia. Este 2017 el premio será otorgado al cineasta e historiador, Alfonso Gumucio Dagrón y al comunicador Ricardo Tórrez Garay.



ANF entrevistó a Gumucio Dagrón, quien junto a Tórrez, recibirá el premio el próximo martes 21 de marzo ─fecha en la que se celebra el Día del Cine Boliviano recordando el asesinato del sacerdote jesuita Luis Espinal Camps─, en un acto especial que será celebrado a partir de las 19:00 en los predios de la Cinemateca Boliviana.  

      
ANF: ¿Cómo recibe este premio?

Alfonso Gumucio (AG): La Cinemateca Boliviana decidió que este año me iba a otorgar este galardón, lo cual me hace muy feliz. Ellos consideraron que las investigaciones que hice, la crítica del cine que he ejercido y todo el trabajo de buscar a los iniciadores del cine en el país para poder escribir sobre la historia del cine boliviano, tienen un valor que amerita, digamos, el premio que me están otorgando.

ANF: Usted cuenta con una gran trayectoria a nivel académico y cinematográfico ¿Podría hablarnos un poco de aquello?

AG: Para mí es un poco difícil, ya que es una carrera larga y tardaría mucho en hablar de ella, pero si hay algo que quisiera destacar es que soy una persona naturalmente curiosa, que siempre quiso saber más acerca del cine boliviano y eso me llevó a conocer a sus personalidades, me llevó a ejercer cine y a estudiarlo. 

Otra cosa que tengo que destacar, es que ahora es muy fácil entrar a Internet y tener muchas fuentes. Hace más de 40 años, cuando yo empecé a escribir de la historia del cine boliviano, tuve que ir a las bibliotecas, sacar los periódicos y empezar a investigar o hablar a la gente que había tenido protagonismo.

La dificultad de escribir sobre historia del cine en un país donde no existía ningún antecedente ha sido enorme, no había ningún libro, ni siquiera artículos, sobre el cine en el país desde la perspectiva histórica. Salvo algún artículo cortito de Marcos Kavlin y otro de Raúl Salmón, nadie que se había interesado en este tema.

ANF: Usted fue uno de los artífices de las creación de la institución que muy pronto le otorgará el Premio Semilla ¿Cómo fue aquello?

AG: A mí me llamaba la atención por el año 1975 que el país no tuviera una Cinemateca y es por eso que empecé a escribir sobre ello en los diarios. Escribí un artículo en la que decía la necesidad de tener una filmoteca y al final de ese artículo, que se publicó en Presencia, yo decía que le correspondería al alcalde de La Paz, Mario Mercado, un hombre de cine que había estudiado cine en los Estados Unidos, había hecho algunas películas y contaba con una productora que se llamaba Proinca, crearla. 

Al día siguiente de la publicación, el alcalde me hizo llamar a su despacho y me dijo: “¿En qué líos me quieres meter?” Yo le dije que el trabajo no era muy difícil, ya que era cuestión de dictar una Ordenanza Municipal creando la filmoteca y luego enviar cartas a los cineastas pidiéndoles que otorguen copias de sus películas. Ese fue un antecedente. 

Otro que también escribió sobre esta misma necesidad fue Luis Espinal. Ambos escribimos en la misma época, y  presentamos una propuesta. Y un año después, en 1976, se creó por Ordenanza Municipal la Cinemateca de La Paz, como se llamaba en ese momento, y más tarde se constituyó en la Cinemateca Boliviana.

ANF: ¿Cómo ve la situación actual de la Cinemateca y que espera de ella en el futuro?

AG: Yo espero que la Cinemateca Boliviana siga creciendo. Ha hecho un trabajo formidable hasta ahora porque rescató prácticamente el 80 por ciento de todo el material que se ha hecho en Bolivia; es un trabajo enorme. Tenemos un edificio precioso, tenemos tres salas, tenemos un archivo documental formidable y lo único que nos está faltando es que la gente vaya a la Cinemateca. La gente es bastante floja y prefiere ver cine en su propia casa y en una pequeña pantalla, cuando la Cinemateca le está ofreciendo todas las semanas y días, excelentes películas. Eso me da mucha pena.

Creo que la programación que ofrece la Cinemateca, desde hace bastante tiempo, es una programación única; películas de muy buena calidad, muy bien seleccionadas, películas de todos los países. No hay donde perderse. Si uno quiere ver buen cine tiene que ir a la Cinemateca Boliviana. Yo espero que ésta siga creciendo, pero con la ayuda de su público.

/AGL/ ZA/




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